Enmohecida, y parada la maquina reposa entre escombros, su belleza perdida, su color... la herrumbre, su sonido...el silencio.
Me declaro agnostica, pero creo que para rezar, no son necesarias las paredes de una Iglesia, aunque algunas son bellas obras de arte, y apena verlas asi, hundidas, abandonadas....de alguna forma su rito ha sido truncado...
La otra cara de una bella ciudad, llena de misterio , de arte, de historia...
Belleza...de esta imagen emerge una extraña belleza, incluso diria que imprime em mi una tremenda atraccion, podria pasarme horas frente a ella, una bella luz, peligrosa, y potente, cuanto poder encierra en si, este nucleo, es algo tan inestable en manos del hombre...
Esperando pacientemente a su amado viento, que le hara girar y sentirse importante, dueño en esos instantes, de todo ese vasto territorio que se encuentra a sus pies...
La puesta de Sol y los monstruos de acero y hierro...
