Esas vacias y desconchadas paredes encierran un mundo tortuoso y dificil. Entre esos muros , los gritos desgarrados, las risas incongruentes y las lagrimas incontroladas que encierran la demencia, las ruedas de las camillas y las silla arrastrandose con un monotono siseo, eran el unico sonido, ahora todo es silencio, ese olor que la propia asepsia medica, ya ha desaparecido, las viejas maquinas que son asemejan al mirarlas antiguos instrumentos de tortura, reposan ahi envueltos en la herrumbre que el paso del tiempo ha creado para poco a poco devorarlos...
Pasillos interminables, puertas de hierro con cerraduras imposibles de abrir, en ellos pequeñas aberturas protegidas por rejas...dentro celdas con lo que queda de ellas...una cama cuyo esqueleto de metal nos hace sobrecoger. La luz entra por la ventana o lo que queda de ella, ya no hay cristales y los montantes de madera estan rotos y esparcidos por el suelo de la estancia, solo queda en ese lugar fuerte y amenazadora una gruesa verja que separa ese mundo de la locura, del otro mundo tal vez algo demente tambien, pero en la sombra.
Cuantos de estos lugares poseen sordidas historias, de un pasado terrible, donde el loco perdia, por solo serlo, el valor de ser humano.
Esas moles de piedra que encierran tras sus muros, todo ese pasado, parecen no querer caer y protegen en el interior de sus entrañas, el lado mas tenebroso de su pasado...