Le tenia ganas a este lugar, testimonio de un oscuro pasado de mi ciudad Barcelona, ese pasado que abarca desde el 18 de julio de 1936 al Abril de l939, denominado Guerra Civil Española, una contienda entre hermanos que nunca debio existir y tal vez po esa razon en bueno tener lugares como este abiertos al publico, para dar testimonio a generaciones posteriores y a su vez recordar que esa memoria historica, sea solo eso, y que los sangrientos y el horror de esos años nunca se vuelva a repetir.
Lo cierto es que la visita es algo que yo aconsejaria, a todo ciudadano que halla o no, ha vivido esa epoca, pues es muy interesante y ademas es un recorrido con muchisimas anecdotas que son poco a poco desgranadas por un guia, ameno y agradable que como anfitrion del lugar, no deja ni un solo rincon sin dejar atras.
Asi pues ahora para que sepais, exactamente que es el Refugio 307, os dejo su historia.
Durante la Guerra Civil Española, pese a estar en la retaguardia, Barcelona fue la primera ciudad que padeció bombardeos aéreos indiscriminados, por lo que los ciudadanos, apoyados por su Ayuntamiento, tuvieron de asumir su propia defensa.
Cuando cayeron las primeras bombas, la ciudadanía se organizó y llegó a construir aproximadamente unos 1.300 refugios oficiales en toda la ciudad que fueron construidos en su mayoría por mujeres, ancianos y niños puesto que los hombres jóvenes estaban en el frente.
Dado que ahora se pueden visitar algunos de estos refugios en la ciudad, hemos aprovechado para empezar visitando el número 307.
En el refugio 307 se proyectó excavar 400 metros de túnel, con una capacidad para 2000 personas, aunque finalmente solo se llegó a construir la mitad: unos 200 metros de túneles de 2,10 metros de alto y entre 1,5 y 2,0 metros de ancho, con tres entradas de acceso de las que ahora se conserva sólo una, que se ha convertido en la salida de la visita guiada.
La amplitud de los túneles contrasta con la idea preconcebida de un refugio
Los otrora refugiados que lo han revisitado aseguran que tenían más luz de la que ahora hay
Entrada número 3, la única original que hoy se conserva
A lo largo del recorrido del refugio, se pueden conocer las condiciones de vida que se dieron entre sus paredes y observar las distintas estancias con las que constaba a lo largo de su historia, como los lavabos, un manantial, una enfermería, una sala para niños y una chimenea entre otras.
En resumen, unos túneles sembrados de nuestra historia reciente, en la que se incluye incluso un improvisado criadero de champiñones, el almacén de una fábrica de vidrio o el hogar, tras la guerra, de una familia granadina durante décadas.
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